Pestañas

15 noviembre, 2010

«Crónica del pájaro que da cuerda al mundo»


'Crónica del pájaro' es una novela
de personajes, casi como una
obra de teatro donde el decorado
fuera mínimo.
A veces pienso que el mundo de los libros podría regirse por las mismas reglas que los mercados financieros, donde las empresas cotizan en la Bolsa -al alza o a la baja- en función de muchas variables, algunas predecibles y otras totalmente imposibles de adivinar. En el caso de los libros podrían cotizar los propios títulos -pongamos por caso 'El sueño del celta'- o los autores -Mario Vargas Llosa-, para seguir con el ejemplo.

Pues bien, y por no agotar este tema, al que quizá vuelva en algún momento, uno de los valores seguros en esa hipotética Bolsa de los Autores sería para mí Haruki Murakami. Es seguro porque, en términos literarios, el autor japonés nunca defrauda y es siempre una buena inversión.

En esta ocasión termino de leer 'Crónica del pájaro que da cuerda al mundo' (Tusquets Editores), cuya primera edición en español es de 2001. Después de leer sus casi 700 páginas aún habitan en mi memoria varios de sus personajes: Kumiko, la misteriosa esposa; May Kasahara, la vecina adolescente; la excitante Creta Kanoo; el teniente Mamiya; el  oscuro Noboru Wataya; la sofisticada Nutmeg o el propio protagonista, el señor pájaro-que-da-cuerda.

Y es que 'Crónica del pájaro' es una novela de personajes, casi como en una obra de teatro donde el decorado fuera mínimo, un decorado que a penas recuerda a Tokio y cuya acción, sin embargo, podría desarrollarse en cualquier ciudad del mundo. Eso sí, una historia diferente, con componentes fantásticos en algún caso, pero que cautiva de principio a fin.

No diré nada más. Lo mejor es leer 'Crónica del pájaro que da cuerda al mundo' y que cada uno saque sus propias conclusiones. La novela comienza así:

Cuando sonó el teléfono, estaba en la cocina con una olla de espaguetis al fuego. Iba silbando la obertura de La gazza ladra, de Rossini, al compás de la radio, una emisión en FM. Una música idónea para cocer la pasta.

Otros murakamis en La Palabra Infinita:

- What I talk about when I talk about running. Aquí.
-  After Dark. Aquí.
- Tokio Blues. Aquí.

2 comentarios:

César dijo...

La verdad es que los libros de Murakami pueden gustar o no, pero son lecturas amenas y con ritmo. Yo sólo he leído "Tokio Blues" y "After Dark", y ésta que reseñas hoy era de las que menos me llamaba la atención.
Viendo tu crítica positiva, lo tendré en cuenta

Saludos

Javier dijo...

Gracias César. Aunque puede ser algo diferente a las dos que citas, es cierto que sigue siendo un murakami muy entretenido de leer. Ya contarás que te pareció.

Un saludo.

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